Hay tipos que creen en lo que hacen: ese es Tomi. Una fornida teutona se cruzo en su vida de vendedor de pipas en el paseo maritimo de Saranda y juntos decidieron montar una hostal para mochileros, con sauna incluida. Los ahorrillos que Frau Rottermeyer traia en su propia mochila no daban para tener cortinas en las habitaciones, asi que se incorporo de manera automatica tan pertinente servicio en la torrida Saranda, a base de caldear las habitaciones del piso con vistas a la bahia con el sol levantino mediterraneo.
Pero Tomi lo compensa todo, como rezan las inscripciones con las que hace alicatar el susodicho apartamento-patera, reconvertido en santuario de turistas del buen rollito con poca guita y menos calor (si no, no hay manera de aguantar). De entrada, ya se baja corriendo a la calle a comprarte una botella de agua o zumo, a su eleccion, lo que no deja de ser premonitorio.
Y ahi esta Corfu, al fondo de esta bahia que podria ser cualquier suburbio de Casablanca, con sus edificios de cinco plantas sin acabar, aleatoriamente dispuestos de todas la colinas alrededor de su accidentado paseo maritimo, donde Tomi conocio a Fran Rottermeyer con su mochila, donde esta calurosa historia de amor empezo.
Bueno, un banyito y una excelente comida vegetariana en un chiringuito que controla Tomi (si es que es un encanto) todo lo pueden. Manyana, una de griegos y romanos.
Creer en lo que haces... ya me lo dijo a mi un camarero argentino de un restaurante vegetariano del Raval. ¡Cuánta razón!
ResponderEliminarPrisa Mata