domingo, 29 de julio de 2012

Arrebato naturalista

Después de cambiar amigos por familia y de pasear por este lado del Canal de la Mancha, como si esperáramos un nuevo desembarco aliado el Día D, entre el verde fulgurante del Cantábrico encontramos esta joyita donde bañarnos. No busque ni ceibas ni almendros de indias, aunque parezca algún rincón de las Indias Occidentales, estamos mirando a la pérfida Albión y sus Juegos directamente desde esta orilla.

Fue tanto el impulso y el deseo, tras días en la montaña, que nos dejamos toda la ropa atrás, en una magnífica comunión con la madre Naturaleza. De esa guisa y aprovechando para bajar el menú camionero del mediodía, hicimos nuestro particular desfile de inauguración, en este caso de la temporada atlántica de baño.

Tapita de rabas y chipirones en San Vicente, territorio nacional claramente, y al apartamento del paisano a conectarnos con Londres.

Amenaza lluvia mañana.

viernes, 27 de julio de 2012

Colgados de un hilo

Por fin rompimos el círculo gastroetílico alrededor de la mesa y pudimos salir al espacio exterior. El día del Patrón de España, nos dirigimos a ver una de las maravillas construidas por el Caudillo de todas las España, en su apogeo inauguratorio. Según reza en la placa conmemorativa, en el año 66 se dio una vuelta por aquí, imaginamos que después de dar el visto bueno a algún pantano, y quedó bendecida esta maravilla de la tecnología patria: el funicular de Fuente Dé.
Sin miedo a las hordas de turistas, nos lanzamos a adquirir nuestro lugar en la primera cesta que saliera, sin miedo a las alturas, iluminados por el buen tiempo que hacía. Algún mecanismo se activó, justo después de que el ingeniero metido a taquillero comprobara la validez de nuestra VISA, de manera que la galerna del Cantábrico nos trajo lo bueno y lo mejor de su repertorio en nubes. Automático, esto si que es eficiencia topanista: pague usted 45 pavos por tres minutos de ascensor con vistas para toda la familia, y en treinta segundos se convertirá en un paseo entre algodones y bajará ocho grados la temperatura.


Una vez arriba, habiendo dejado las cómodas mesas de pic-nic atrás, nervios para encontrar un peñasco donde comerse el bocata. Ataque caprino y huida al monte, peñas arriba, hasta dar con un refugio de solera neanderthal, donde dimos cuenta de los víveres.


-¿Un cafecito en el refugio?Seguro que está ahí a la vuelta.


Dos kilómetros después paró la lluvia que nos asaltó en medio del camino, y salió el sol justo cuando entrábamos en la cafetería. De bajada, afortunadamente, el dios de la montaña se apiadó de nosotros, o eso pensábamos.


- ¿Que te has dejado el móvil dónde?


El paisano se comunicó con su paisano al cargo de las cabinas de 800 metros más arriba. Allí estaba el teléfono, seguía contemplando el atardecer, con juego de rayos y centellas incorporado.
Colgado de un hilo, bajó en la última cesta y conseguimos reagrupar a toda la familia para seguir nuestro periplo. 

miércoles, 25 de julio de 2012

Sobremesa montañesa

¿Es valenciana o cántabra la paella?
Tengo mis dudas, hablemos. Ponme otro gin-tónic.

Así empiezan o se realimentan las sobremesas en este recóndito lugar de la cornisa cantábrica adonde hemos venido a refugiarnos de la prima de riesgo y de las bajadas del IBEX. Mientras la patria se desangra en movilizaciones, protestas, confabulaciones y contubernios más o menos revolucionarios, el personal se deleita aquí con larguísimas conversaciones observando las montañas en la lontananza, mientras los cachorros se dedican a diezmar la población de renacuajos de las fuentes próximas.

Nada que contar, está todo dicho en cada una de esas conversaciones concatenadas, en cada nuevo gin-tónic que se sirve, en cada tapita de quesuco o de chorizo. Desayuno, comida, cena, suficiente rutina como para olvidarse del mundo y de sus vaivenes. Una paella para recordar el Mediterráneo, pero de momento que no nos espere para cenar seguimos recluidos aquí, en nuestros ejercicios espirituales.

Repeinados en Bilbao

La imagen del hombretón del norte, rudo y emboinado, es absolutamente falsa. Se llevan los polos lacostianos, mocasín y jeans fashion, todo aderezado con su Rolex y buga de mucha caballería. Cuando decidieron abrir un museo, hartos de fabricar chapas, contrachapas y llaves inglesas, le pusieron un perro de flores para que lo guardara, una cosa de categoría
Algo más humilde y popular, la expedición topanista, la parte masculina, se ha dedicado en la mañana a buscar alimentos por el centro de la villa, mientras la parte femenina se cultivaba en el citado museo, fieramente guardado por el perro floreao. Oiga, ni un maldito paki que nos ofreciera, algo que echar al camping gaz, ni un solo súper, ni un sólo ultramarinos. Ni el Corte Inglés se rebaja a vender comida, se supone que todo el mundo, a parte de la caballería motorizada, tiene su carnet en el choco gastronómico correspondiente.
Como dos almas en pena, hemos utilizado los grandes almacenes para evacuar, en sibilina venganza, y hemos podido localizar un pollo transportable, del que poco tiempo después hemos dado buena cuenta en los acantilados de Sopelana.

Justo antes de que la policía montada municipal nos imponga una multa por estar mirando demasiado tiempo la playa, hemos puesto rumbo a Liébana, a deleitarnos con las largas sobremesas y el dolce fare niente.

lunes, 23 de julio de 2012

Casa Dios Revolution

Cuando uno intenta cenar de manera civilizada en Pamplona, en la primera franquicia culinaria italiana que encuentra a su paso, se da cuenta de por qué un puñado de pioneros puede dejar la ciudad en un momento dado, y largarse a las montañas a refundar la civilización, pero a su manera.
Puestos a pedir, se podrían haber ido algo más cerca, porque visitarles se convierte en un auto de fe, con mapa del tesoro incluido. Pero se acaba llegando a Aritzkuren, que en euskera debe de querer significar, Allí donde Cristo perdió la alpargata sobre todo si vas en un carruaje de esos con solera, de los que pone la provincia natal en la matrícula.
¿Lavadora o nevera? ¿Qué pondría nuestro querido lector/a si sólo dispusiera de un puñado de kilovatios? Como en los concursos, hay que elegir, no se puede tener todo en esta vida (alternativa). Lo que si pusieron aquí fue un K.K. Leku insigne, como muestra la imagen, para empezar a hacer bien las cosas, en el mundo y todas la mañanas. Fundamental la escuela donde los cachorros aprenden el qué y cómo les da la gana, toda una declaración de principios. Espectacular la sauna en medio del bosque, hecha con lonas y herrajes de algún camión que no llegó sano y salvo hasta esta Arcadia montañesa.
En cualquier caso, un soplo de lucidez en medio de tanta absurdidad. ¿Un plato de pasta por quince euros? Viva el cámping-gaz, Aritzkuren aurrerá!

Mañana etapa artística: nos vamos a ver el Guggenheim y nos cambiamos de cordillera, hacia el Cantábrico.

sábado, 21 de julio de 2012

Cambio Climático Pirenaico

Una canita al aire nunca hace daño. Así que, impresionados por el lujo decimonónico, reintrepretado por algún arquitecto postmoderno del lugar, nos fuimos a tomar las aguas en Panticosa. No estaba planeado, pero la tarifa infantil funció a la perfección como anzuelo, no había excusa para conocer otro de esos lujos que esta época dorada pudo dar lugar. Dentro de unos años, nuestros hijos se lo contarán a sus nietos, cuando en este país la gente de a pie podía entrar en este tipo de lugares.
Porque entrar, entra cualquiera, la verdad. Hasta ese niño capaz de hacerse el circuito Wellness veinte veces en una diez minutos sin callarse ni quitarse el albornoz. La eficiencia energética del recinto sufre considerablemente con la criatura, no hay junta de estanqueidad que soporte al pequeño Iván, que se lo cuenten a su madre que no se libra de él ni con la sauna a 90ºC.
También entra algo de remordimientos, cuando uno se asoma en bañador a la terraza, como en uno de esos anuncios de cava de Fin de Año, y ve cómo se van derritiendo por momentos los últimos restos de nieves perpetuas de las montañas que nos protegen dentro de la cordillera. Quizás tenga el cambio climático algo que ver con la hiperactividad de unos cuantos Ivancitos que han ido pasando durante estos años de bonanza económica. !Esa puerta, a ver, que se derriten los polos¡

En fin, seguimos nuestro periplo hacia Pamplona. Mañana más.

viernes, 20 de julio de 2012

No se os puede dejar solos

- Ya sé que estás de vacaciones, pero si pudieras hacerme un informe pormenorizado y una memoria de las decisiones tomadas sobre el asunto desde abril del año pasado, me ayudaría mucho.

A veces uno recibe una de estas llamadas, a eso de las once de la mañana, al día tres de vacaciones, y el susodicho día tres se va a los leones. Por lo menos deja de ser vacaciones y se convierte en una escena ridícula, junto a un lago con piraguas, donde un padre pegado a un teléfono, intenta que sus hijos no se vayan río abajo, mientras intenta resolver el mundo a gritos y microondas.

- Hay, chica, dónde te has metido a hacer la reunión, no se escucha un carajo con el skype. ¿Estás en una discoteca o qué?

Encima que localizas el único hotel con conexión decente en el pueblo, que le birlas el ordenador regalo de cumpleños a tu hija con embustes y ardides, las otras, cómodamente sentadas en su oficina de la capital, se reíen de ti y de que estás haciendo el pringado cuando no llevas ni tres días de vacaciones.
Y todo para nada, que diría el maestro, to-pa-ná, porque la conexión no funciona y nadie oye lo que tienes que contar y porque el móvil que iba a movilizar el mundo se vuelva a colgar la tercera vez que escribes el mismo correo.

En fin, menos mal que nadie se ahogó, que había una pared al final del lago que no dejaba llegar hasta Zaragoza en canoa y todo acabó como un paréntesis en nuestro itinerario. Por cierto, otro momento FADESA al llegar al Pueyo de Jaca, camino de Panticosa, como en las Vueltas de España aquellas que disputaban Perico, Lejarreta y compañía.

Mañana les contamos, si es que no nos encargan nada más por el camino. ¿Es nostalgia de nosotros o envida por las vacaciones? Nunca lo sabremos, queridos lectores, pero no se les puede dejar solos o el mundo se viene abajo.

miércoles, 18 de julio de 2012

Está muy bien esto de la crisis

El camarero sirvió dos gintonics a la dos señoras de la 227, sentadas en la terraza de la piscina, ya instaladas en su hotel al pie de las pistas de esquí.
-Pues a mí lo que más me ha impresionado son los jabocintos del año, Conxita. Me parece que son un detalle estupendo.
-¿Y te has fijado que hay un Spa?
-¿Qué es un Spa, Conxita?
-Ay, Pepita, no seas antigua, como un balneario pero moderno. Con yacuzzis y esas cosas que salen en las películas ... ya me entiendes, las que ponen por la noche y se queda a ver Antonio, ¿no?
-Mi Antonio no ve esas cosas, no te equivoques.
-Bueno, ahora no te enfades. Ya te dije yo que para algo serviría el curso de internet del ayuntamiento, vaya ofertón que me hemos encontrado, mientras estos dos se iban a ver la pretemporada del Barça.
-Si es que en el fondo, está muy bien esto de la crisis.

Imagino que el parque móvil nacional de pistas de esquí, y sus respectivas urbanizaciones de inevitable aire alpino, debe estar así, como salidas de un ataque nuclear, abandonadas por el personal, incólumes e impolutas. Los telesillas, inmóviles, como congelados en una postal tirolesa, esperando que llegue la nieve para recobrar vida. Los centros y galerías comerciales, a medio gas; Disco-Pub Petronilla, esperando una remesa de esquiadores con pocas ganas de esquiar y algo más de alternar. 

El autobús de línea nos ha dejado ya en medio del parque y ahí ha empezado una verdadera etapa de montaña, en dos tiempos: el pelotón se ha quedado acabando su bronceado junto a las vacas, mientras que el aspirante a maillot amarillo ha coronado el Coll de Toro, como atestigua la foto. Bajada a tumba abierta, buscando ese autobús reconvertido a taxi de montañeros, con tiempo a una cervecita en la parada.

Mañana nos vamos de esta reminiscencia del hotel de El Resplandor, algo más animado y con Spa, buscando Panticosa.


domingo, 15 de julio de 2012

Premonitores preparando preadolescentes

Como cada año, el comando topanista os propone unas vacaciones para tomárselas con calma y paciencia. La ruta elegida es, en esta ocasión, de Norte a Sur, sin salirnos de África, ahora que es evidente que empieza en los Pirineos, por si alguien alguna vez lo dudó.

La foto es la prueba, el fondo de algodón, al final de l'Estany del Port (Tavascan), es lo que se divisa de la vecina Francia. De ahí para abajo, piedra, aventura y padecimiento; arriba Europa, cómoda y mullida; abajo, los primeros contrafuertes del Sáhara.

Con el maletero bien provisto en el Condis del barrio, armados de un infiernillo y algunos cartuchos de camping gaz, pertrechados convenientemente en las rebajas de Decathlon, nos disponemos a llegar al Rif.

Esta primera etapa ha sido casi de guante blanco, bien acogidos en el Refugi de la Pleta del Prat, amenizados hasta las dos de la noche por los grandes éxitos de los ochenta, incluyendo un homenaje preadolescente a la malograda Withney Houston, en la inevitable fiesta de despedida. ¡Que corra la Fanta! Tiempo habrá para que la deliciosa pizza de Casa Terradellas que preparan los guardianes-guías-cocineros del refugio les parezca una cutrada. Disfruten ahora de las ginkanas y bailes de disfraces que preparan su premonitores, de no tenerse que cambiar en quince días de calcetines ni gallumbos.

Mañana, camino de Cerler, a esquiar sin nieve. Es lo que tienen las rebajas.