sábado, 20 de agosto de 2011

Dos mil anyos no son nada

Con lo que fue Butrinti y en lo que se ha quedado! Eso diria cualquiera de su vecinos si apareciera de repente, en una maquina del tiempo, en medio del teatro que tanto les costo levantar en la falda de la colina. Ya lo ven, el ayuntamiento de Saranda, mas preocupado en perseguir el crimen organizado en forma de especulacion urbanistica, no se ocupa de la ciudad para nada. Todo lleno de yerbajos y arbustos, la arena del teatro anegada por las aguas, la muralla reducida a una monton de pedruscos; una lastima, en resumen. Te crees que has levantado una obra imperecedara y es todo para nada, con la ayuda del tiempo, como el maestro Laslo nos recuerda cada dia. Ahi estan esos edificios modernos colapasados adornando las colinas de los alrededores de Saranda. En Albania, cuando se quieren vengar de ti, en vez de pincharte una rueda, te cortan un pilar, y la casita de fin de semana a tomar por culo. Son asi de expeditivos los del ayuntamiento, gente eficiente.

Despues de Butrinti, nos regalamos dos tumbonas con vistas a las islitas de Ksamil, no habia otra si queriamos llegar con vida a la sauna de Tomi. Para morir en el horno, que sea en casa.

Bueno, manyana otra de torridas vacaciones.

PD. El profesor De Diego, como siempre, acerto en sus recomendaciones albanisticas.

1 comentario:

  1. Aquí el viejo profesor. No veo el entusiasmo que habría de corresponder a mi acierto. Ah, Albania, tan exótica, tan cercana, tan prescindible. Ya comentaremos de viva voz, ya.

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