El Sr. Cabrera construyó su imperio entre las dunas de Corralejo, aprovechando el tremendo siroco que sopla a menudo, y despoja a los bañistas de sus ropas y pertenencias. El fenómeno metereológico tuvo dos consecuencias: Gran Tarajal vio como uno de sus hijos predilectos amasaba una fortuna a base de recoger la ropa de los incautos bañistas europeos, bolsos, relojes y todo tipo de complementos, siempre a la última y directamente importados desde el continente por tan rápida y área vía. Y la segunda fue que el nudismo se puso de moda, a la fuerza (del viento), entre las dunas que amenazan con zamparse la carretera que nos lleva hasta Corralejo, dispuestos a seguir con nuestro concurso. Se intuye que entre los practicantes del naturalismo se encuentran desde parejas de azafatos de aerolíneas de todo pelaje (ellos sobre todo), personal de tierra y navegantes de ferries de cualquier archipiélago. Corre el bulo de que existe una regla física que relaciona la sinusoidal de su tripa con su posición en el negocio del transpote: a más próximo a la circunferencia, más cerca de los bajos fondos del muelle donde atraca Transmediterránea.
La Cofradía de Pescadores de Corralejo: bien el sitio, excelente, pero demasiado salsa con pastilla de caldo Knorr en los mejillones a la marinera. Claramente fuera de la competición, no está a la altura de los anteriores. Como consolación, una tarde examinando la calima majorera y la silueta de la Isla de Lobos. El siroco se había llevado, junto con los trapitos de Cabrera, las montañas de la vecina Lanzarote.
hola,excelente blog tiene temas muy concretos y ademas a los que les gusta el turismo como yo realmente quedamos fascinados.
ResponderEliminarmuchos éxitos en este año 2011
saludos.