miércoles, 18 de julio de 2012

Está muy bien esto de la crisis

El camarero sirvió dos gintonics a la dos señoras de la 227, sentadas en la terraza de la piscina, ya instaladas en su hotel al pie de las pistas de esquí.
-Pues a mí lo que más me ha impresionado son los jabocintos del año, Conxita. Me parece que son un detalle estupendo.
-¿Y te has fijado que hay un Spa?
-¿Qué es un Spa, Conxita?
-Ay, Pepita, no seas antigua, como un balneario pero moderno. Con yacuzzis y esas cosas que salen en las películas ... ya me entiendes, las que ponen por la noche y se queda a ver Antonio, ¿no?
-Mi Antonio no ve esas cosas, no te equivoques.
-Bueno, ahora no te enfades. Ya te dije yo que para algo serviría el curso de internet del ayuntamiento, vaya ofertón que me hemos encontrado, mientras estos dos se iban a ver la pretemporada del Barça.
-Si es que en el fondo, está muy bien esto de la crisis.

Imagino que el parque móvil nacional de pistas de esquí, y sus respectivas urbanizaciones de inevitable aire alpino, debe estar así, como salidas de un ataque nuclear, abandonadas por el personal, incólumes e impolutas. Los telesillas, inmóviles, como congelados en una postal tirolesa, esperando que llegue la nieve para recobrar vida. Los centros y galerías comerciales, a medio gas; Disco-Pub Petronilla, esperando una remesa de esquiadores con pocas ganas de esquiar y algo más de alternar. 

El autobús de línea nos ha dejado ya en medio del parque y ahí ha empezado una verdadera etapa de montaña, en dos tiempos: el pelotón se ha quedado acabando su bronceado junto a las vacas, mientras que el aspirante a maillot amarillo ha coronado el Coll de Toro, como atestigua la foto. Bajada a tumba abierta, buscando ese autobús reconvertido a taxi de montañeros, con tiempo a una cervecita en la parada.

Mañana nos vamos de esta reminiscencia del hotel de El Resplandor, algo más animado y con Spa, buscando Panticosa.


1 comentario: