miércoles, 4 de enero de 2012

Caminando sobre las aguas

Cuando el viajero o el amante del arroz en todas sus variantes, se da un paseo por L'Albufera, tiene la misma sensación que Dios Nuestro Señor obrando aquel milagro en el Mar de Galilea. Las aguas parecen una espléndida alfombra bajo nuestros pies (bajo nuestras ruedas, para no engañar a nadie), un espejo para reflejar todo el cielo del Mediterraneo, que sigue regalándonos un invierno tropical para empezar el año.

No consta y no sabemos que el Nazareno se metiera entre pecho y espalda la misma paella que nosotros después de obrar el milagro. No quisimos hacerle un feo a El Palmar, el pueblo con más restaurantes por kilómetro cuadrado del mundo, así que nos entregamos a la omnipotencia del Creador, para mayor gloria suya. Si el milagro de caminar sobre las aguas es memorable, la paella del lugar es de esos que permanecen indelebles, al menos en el paladar.

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