jueves, 12 de agosto de 2010

Boiling Point

Seguro que conocen aquel truco infalible para hacer que llegue el tren que uno lleva más rato del debido esperando en una estación: se enciende un cigarro y en el acto aparece por el andén, no falla. La versión turca del famoso truco, en realidad uno más de los teoremas de Murphy, consiste en pedir un té o "çay", instalarse en el bar más cercano al supuesto sitio de salida del autobus, y quemarse a continuación la lengua intentando bebérselo, mientras el conductor del bus que esperamos empieza a colocar al personal en el interior del vehículo. El té, como decíamos hace unos días, debe siempre estar en su punto justo, el de ebullición. En el momento en que la temperatura desciende, el camarero se afanará por retirarlo de la mesa, por lo que cabe asirlo bien en todo momento y no perderlo de vista, hasta haber apurado el poso que siempre queda.

Sinop, siento decirlo, no fue para tanto. Quizás teníamos demasiadas esperanza depositadas en ella, pero al rato nos dimos cuenta de que lo mejor de las dos últimas etapas había sido el recorrido en sí mismo. Nos dimos una vuelta, tras haber ganado de nuevo al pansionópolis, pero poca cosa, la verdad. Le vamos a dar el aprobado por las murallas, como las de Tarragona que cantara aquel, y el paseíto al lado del mar, después de habernos bañado en un auténtico resort familiar turco, como los que había antes en casa: con sus abuelas, el 124 último modelo, chiringuito sin carta y señores jugando al dominó, en este caso backgamon.

Por la noche, dimos con una escisión maquinera del coro de la Armada Soviética con base en Sebastopol, de maniobras musicales por el muelle de Sinop, y dando vueltas alrededor suyo en un romántico barco. No hicimos más preguntas y nos resignamos a los pocos encantos de Sinop: bocata de caballa en la tónica de la ciudad (no clasifica para la UEFA), y una de tes mirando el mar, siempre atentos a que los camareros no acortaran tan plácida velada.

1 comentario:

  1. Veo que estáis disfrutando de mala manera. Me alegro. Aquí en España la noticia es que Alemania ha tenido un repunte vertiginoso en el PIB. Y poca cosa más. Disfrutad del próximo bocadillo de caballa. Un abrazo.

    Miguel Ángel

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